25-1-2020

En Ceadac apostamos por las nuevas tecnologías aplicadas a la rehabilitación de los usuarios. Actualmente, estamos empleando la Realidad Virtual como herramienta rehabilitadora unida a las terapias convencionales después de hacer una valoración para detectar los perfiles idóneos. Se realiza un seguimiento de cada caso particular que puede mejorar sustancialmente la calidad de vida de las personas afectadas por daño cerebral adquirido. Esta tecnología inmersiva e interactiva permite trabajar las áreas físicas y cognitivas de manera simultánea con tratamientos personalizados siempre supervisados por el terapeuta. Investigación e innovación tecnológica al servicio de la salud.

 

La realidad virtual es la simulación de un entorno real, de forma que hay una interacción activa del usuario con un entorno ficticio. Es una tecnología que se utiliza desde hace muchos años, que ha estado presente en el cine, el mundo militar, la aviación e incluso deportes y actualmente también se usa como herramienta rehabilitadora.

Desde septiembre de 2019 utilizamos en Ceadac la solución Exeira: un sistema de realidad virtual inmersivo y altamente interactivo que además integra dispositivos de medición. Permite sumergir al usuario en el entorno más proclive para abordar y alcanzar los objetivos terapéuticos, como un salón, una cocina, un aseo, un bosque,… al tiempo que se realizan mediciones que permiten objetivar su evolución.

Tras un daño cerebral pueden aparecer alteraciones en la percepción, físicas, cognitivas y/o emocionales. Con este tratamiento podemos realizar una rehabilitación en un entorno seguro, donde no existe riesgo, ya que es una situación simulada supervisada por el terapeuta.

En Ceadac, las actividades de realidad virtual están siendo dirigidas tanto a la rehabilitación física como cognitiva, con objetivos terapéuticos tales como mejorar destreza, movilidad, impulsividad, atención, etc. Las áreas físicas y cognitivas se trabajan de manera simultánea. Es un tratamiento individualizado y personalizado, en el que las actividades presentan distintos niveles de dificultad y distribuimos los objetos para centralizar el trabajo en el lado afecto. Además, al tratarse de entornos atractivos, resultan altamente motivantes para los usuarios. Hay una repetición de patrones y ejercicios, pero el usuario no tiene la sensación de hacer siempre lo mismo, puesto que los ambientes y la distribución de los objetos puede variar entre sesiones.

Los datos de cada sesión quedan grabados, para poder ver la evolución del usuario, personalizar aún más el tratamiento y tomar decisiones sobre las terapias aplicadas.

A lo largo de estos meses hemos trabajado con más de 10 personas y estamos mejorando la eficacia, personalización y calidad del ciclo del tratamiento rehabilitador, siendo la realidad virtual complementaria, ya que el usuario continúa con sus terapias convencionales.

 

Emilio Ramos
Terapeuta ocupacional

Publicado en Imserso.es.